domingo, 26 de agosto de 2012

SEÑOR PRESIDENTE, NO LO DEJE AFUERA


GILBERTO SANTIAGO DELGADO VALDEZ ( GIBO )
Por: Nèlsido Herasme
No tenemos que arrodillarnos ante el Mandatario de la nación para pedirle que no deje fuera del tren militar al general Gilberto Santiago Delgado Valdez, porque el testimonio de vida de este noble hombre de armas habla por si solo.
Gibo es un  persona joven, quien a penas cuenta con 50 años de edad, a quien conocemos desde muchacho en el barrio, en cuyos inicios como cadete de la fuerza aérea ha demostrado que es un guardia de los pies a la cabeza. 
Gibo, quien le ha rendido honor y pleitesía al escalafón militar, no está cabildeando un puesto, pero se actuaría con niveles de  injusticia si lo sientan.
Los puestos que ha ostentado en el marco de su prolífica carrera, se lo ha ganado a fuerza de tropiezo, trabajo y sacrificios.
A Gilberto Delgado lo vimos combatir el narcotráfico cuando se desempeñó como encargado militar en el Aeropuerto Internacional de las Américas y coordinador de operativo de la DNCD, hasta alcanzar la presidencia de este importante organismo antidrogas. Luego ocupó el viceministerio de la FFAA y más tarde la Jefatura de la Fuerza Aérea Dominicana.
Gilberto Delgado, es piloto, con un vigoroso Diplomado en Estado Mayor (DEM); en el extranjeros realizó innumerables cursos, cuyos resultados le permitieron obtener medallas y cascabeles que hoy exhibe con la sagrada satisfacción del deber cumplido.
En la Jefatura de Estado Mayor de la FAD, Gibo deja sus huellas indelebles, aplicando un Plan Estratégico Institucional, que consistió en mejorar las condiciones de vida material del soldado y sus familiares, el cual contó con la ayuda de los Ministerio de las Fuerzas Armadas, Educación, Obras Públicas y la Oficina Supervisora de Obras del Estado.
Entre las obras que deja Gibo está la ampliación del Colegio Militar Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, que recibe 24 aulas nuevas; la pavimentación del Taxi Way de la pista de aterrizaje; pavimentación del parqueo del Club Recreativo para Oficiales; construcción de edificación de 2 niveles del C3; mejoramiento de las estructura del invernadero; construcción del dispensario médico del Bonito, San Isidro, entre otras. 
Si el honorable señor presidente de la Repùblica entiende que este militar es aun es necesario, entonces que no lo deje afuera.

EL NUEVO GOBIERNO

DANILO MEDINA

Por: Nèlsido Herasme
A mi que me excluyan de la lista de quienes tienen que esperar tres meses, cien días, o no se cuanto, para comenzar a decir cosas a las “nuevas autoridades” que se han instaurado en el palacio nacional.
No quiero desanimar a los “noveles incumbentes”, porque esperamos lo mejor para el país, aunque sabemos que del dicho al hecho es mucho el trecho.
De algo si nos alegramos y es de la salida del doctor Leonel Fernández de la dirección del gobierno, quien se marchó, por lo menos, del escenario presidencial sin resolver un solo problema nacional, dejando el déficit fiscal en más de 50 mil millones, pero total es una felicidad que se haya ido.
Danilo Medina es el nuevo presidente de la República, el que tiene en sus manos la escobita sin usar, aunque no debemos olvidar que el mandatario también es del Partido de la Liberación Dominicana, el que habló en campaña de “cambio seguro”, y de “hacer lo que nunca se ha hecho”.
Recuerdo a Fernández en sus inicios, quien de manera repentina se aparecía en oficinas públicas y llegando a decir que no le “susurren al oído lo que no me quieren decir en público”, dando con ello la sensación de que estaba vigilante y al tanto de todo cuanto ocurría en su gobierno, y aquí los resultados, su gobierno de doce años, ocho de corrido, ocupando los primeros lugares en corrupción y falta de inversión.
En su entrada como nuevo titular del estado, Medina acaba de dictar un discurso, casi de barricada, el que luego echa por la borda al dejar en su gabinete a figuras del pasado gobierno, incluyendo a los arreglistas y compositores de la política económica de la gestión Fernández.
El pueblo está empalagado de discursos bonitos y elegantes, el país tiene muchas leyes, lo que falta es voluntad para su aplicación.
A Danilo Medina le sugerimos que enfrente con voluntad los problemas troncales de la nación, que le ponga atención al desempleo, que fue uno de los renglones que aumentó durante el gobierno que concluye.
 Desde ahora debe silenciar a sus subalternos, para que no se le escapen pronunciamientos como el del ministro de la presidencia, Gustavo Montalvo, quien expresó que en la administración pública  se producirán despidos en todas las áreas del Gobierno, con el propósito de renovar y dar oportunidad a otros, por eso es necesaria la inversión y la creación de nuevas fuentes de trabajo.