domingo, 15 de noviembre de 2015

EL FELLO QUE YO CONOZCO

Por: Nélsido Herasme
Abogado de profesión y con un doctorado en derecho; barahonero de puro corazón y político de toda una vida. Ese es el Fello que conocemos. Una persona a quien a pesar de su paso por tres estamentos del estado,  no se le conozca tan solo un negocio público que amerite cuestionamiento y ponga en entredicho la vergüenza y conducta de su familia.
Estamos hablando de un hombre sin mancha, integro, honesto y serio, al que usted y yo podemos cuestionarle su edad para aspirar a un puesto electivo en el estado, pero jamás levantar el dedo índice para señalarlo como indelicado, porque en un momento hizo negocios turbios desde las funciones que ha ostentado en la administración pública.
 Fello Suberví fue alcalde dos veces de la ciudad de Santo Domingo  y usted ni yo alcanzamos a ver a este ser humano moverse entre  empresarios negociantes de contratos de basura.
Lo mismo podemos decir como ministro de Turismo e Interior y Policía,  quien a su paso por estos  ministerios no quedó con un pedazo de playa y mucho menos se involucró en asuntos de seguridad nacional.
Hoy y en el seno de su partido (El Revolucionario Moderno) Fello corre por alcanzar por tercera ocasión la alcaldía del Distrito Nacional para de esa forma desplazar la arrogancia y la ineptitud de ese cabildo.
Esta calidad lo ha convertido en garantía de las bases de su agrupación política, quien mediante la firma de más de dos mil dirigentes distribuidos en los diferentes organismos y frentes en que está compuesto el PRM en el Distrito Nacional ha recibido apoyo a sus aspiraciones.
A la dirección política del PRM se le hacer un tanto tarde el estar aletargando el proceso de escogencia del doctor Suberví Bonilla como  candidato alcalde, a sabiendas de que el político ha superado todas las formulas de selección de las candidaturas contempladas en los estatutos de su partido.
La inercia entorno a la selección del candidato puede traducirse en ganancia para los contrarios.
Tal situación daría pie a que oportunistas intervengan  en el proceso de selección y patrocinen candidaturas que no son garantías de la militancia del PRM.
Entendemos que tal acción raya en el irrespeto, porque erosiona y resquebraja la institucionalidad de las entidades y daña el sistema democrático.
Harían bien estos grupos se disponen hacer carrera política y aspirar a puesto electivo, y no aupar y financiar campañas de candidatos que la gente rechaza porque no los conoce.