miércoles, 3 de diciembre de 2008

LA CENA DE LA LOMA DEL CHIVO

Padre Ramón Rogelio Cruz
Mayor General Gilberto Delgado Valdez
Presidentete de la DNCD

Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermin
Jefe de la Policía Nacional


Almirante Julio Cesar Ventura Bayonet
Jefe de Estado Mayor M d G




Los vecinos de Loma del Chivo merecen más que una cena, porque su lucha ha sido ardua, tenáz y enconada contra los males sociales que allí campean



Nosotros como periodista y persona comprometida con el quehacer comunitario del país quisiéramos aprovechar este tiempo tan hermoso, como es el de la navidad, para empezar hablar de cosas que nos alegren el alma y el corazón, pero a veces se presentan situaciones que no nos brindan el motivo y la oportunidad para ello.

En estos días quisimos acercarnos a una actividad, que pensábamos era propia de la comunidad de la Loma del Chivo, del barrio 27 de Febrero, resultando que la misma respondía a un reconocimiento que algunos de ellos realizaron en favor de algunas personalidades, que según, hicieron aportes a esa localidad.

Cuando nos apersonamos al lugar donde se celebraba el evento, nos topetamos con un amplio y desbordado despliegue policiaco-militar. Allí había personas vestidas de civil y otros con uniforme, armadas hasta los dientes.
Supimos luego que allí se encontraban varios jefes militares acompañados de figuras públicas, quienes fueron invitados para compartir una cena de “alianza y confraternidad” ofrecida y organizadas por personas del sector Loma del Chivo.
En la loma del chivo y en medio de uno de los tormentosos apagones que a diario viven los barrios de la capital, estaba el Jefe de la Dirección Nacional de Control de Drogas, el Mayor General Gilberto Santiago Delgado Valdez, el Almirante Julio Cesar Ventura Bayonet, Jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra y el general Brawn, en reprenstación del Jefe de la Policía Nacional, Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermín y personalidades de la vida civil, entre ellas el padre Rogelio Cruz, a quien vimos salir raudo y veloz de aquel lugar echando humo y chispa por la cantidad de hombres armados que observó.
Según el propio sacerdote, para él era una actividad comunitaria y que por eso acudió alegremente a la invitación que le hicieron los lugareños.
EL PAPEL DE LAS OSC
Las organizaciones comunales y de la sociedad civil deben entender el papel que les toca jugar, no pueden bajo ninguna circunstancia y en ningún momento confundir la gimnasia con la magnesia, porque cada funcionario del gobierno, los institutos castrenses y la Policía Nacional juegan un rol importante en nuestra sociedad y todos se guían por estatutos, reglamentos, programas, en fin, cada quien tiene su propio librito.
Por lo tanto, las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil en general también deben comprender el papel que les toca jugar, deben saber que su trabajo apunta siempre a la solución de los problemas del municipio, del barrio y de la comunidad.
Las organizaciones populares y de base deben entender que la razón de su existencia es el acompañamiento de los pobladores en la lucha por superar las carencias, denunciar de manera permanente los males sociales que les afectan y buscar la solidaridad de otras entidades de su misma especie, mediante el empoderamiento y la sensibilización.
El trabajo de una entidad comunitaria en una determinada demarcación no es aplaudir, brindarle cena, ni pagarle a ninguna institución del gobierno, sea cual sea, por el hecho de que ayudó a resolver tal o cual problema en la comunidad, no señor, los organismos oficiales están para eso, para resolver los males denunciados o por lo menos, buscar o crear las alternativas de lugar para su solución.
Las organizaciones barriales deben entender que lo organismos oficiales, las instituciones publicas y militares han sido creadas para cumplir con su deber, el cual está contemplado en la Constitución de la República y estatuido en sus reglamentos internos.
Ahora bien, si usted como dirigente comunitario anda en la búsqueda de otra cosa y que por ello se quiere hacer el gracioso ante los organismos del Estado, entonces JICARA DE COCO debe respetar esa decisión, pero sépase que no lo considera un real y genuino representante de los munícipes de su comunidad y por lo tanto siempre lo tendrá en observación.
Cuando vayamos a la playa, bañémonos bien,
pero sobre todo sepamos guardar la ropa