PERSONAJE DEL BARRIO: FRANK CUENTO

Frank Cuento, chistoso y bailarin

Donde quiera hace un cuento

Su verdadero nombre es Francisco Virgilio Ramírez Concepción (Frank Cuento)

Por Nélsido Herasme

Frank Cuento es uno de los personajes pintorescos del barrio 27 de Febrero, desde hace rato viene solicitándonos que hablemos de él en nuestro medio JICARA DE COCO, por lo que nuestro espacio, abierto y plural accedió a su pedido.

Frank es un artista, un cómico natural, baila, canta, se disfraza en los carnavales, hace reír a todo el mundo y echa cuentos de todos los calibres y colores en cualquier parte que lo invitan

Tiene 53 años de edad y dese el 1971 reside en el barrio 27 de Febrero. Es hijo de Don Francisco Antonio Ramírez (Fallecido hace unos meses) y de Doña Esperanza Concepción, quienes procrearon diez hijos. Aunque sabe leer y escribir, en el nivel académico solo llegó a cursar el sexto curso.

Frank con tres mujeres: procreo cuatro hijos: con la señora Veri Checo, tuvo a Magdalena Ramírez Checo; con Luisa Hernández, pintó a Hansel Ramírez Hernández y Francisco Javier Ramírez Hernández y con Máxima Difó (La China), a Awilda Ramírez.

SIN HACERLE DAÑO A NADIE SE HA GANADO LA VIDA

Además de ser un echador de cuentos, Frank nos narra que ha trabajado desde el año 1979. El oficio que aprendió fue el de panadero y por eso recuerda haber trabajado en las Panaderías Lara, Luis Cuá y Luperón, donde se desempeñaba como ayunte de alteza. También mencionó los empleos y nombramientos del Poder Ejecutivo en la Secretaría de Estado de Obras Públicas, en la Corporación de Acueductos y Alcantarillados de Santo Domingo (CAASD), En la Autoridad Portuaria y en el Instituto Dominicano de Crédito Cooperativo (IDECOOP).

COMO CUENTISTA

Como hazme reír, Frank recibía muchas invitaciones, a la que accedía luego de la firma de un contrato o palabrearse con la institución o personas que solicitaban su servicio.

Desde 1978, Frank comienza a sacarle provecho a los chistes, recuerda que su primera invitación la recibió de los propietarios de la discoteca Chazán, ahí fue donde empezó su carrera como sacador de risa.

Además de centros nocturnos, Viajeros, casa de familias, recepciones, ferias, kermeses, presentaciones por televisión y otros eventos solicitaban la participación de Frank Cuento para que alegrara sus momentos.

Frank Recuerda con mucho agrado y añoranza, la invitaciones que le giraron dos importantes discotecas de la Romana, La Braza y Bella Green, en donde, con sus cuentos y ocurrencias hizo reír a los presentes y en donde se ganó los cheles más rendidos de toda su vida como cuentista.

TAMBIEN EN LOS VELORIOS

Al ver menguar sus recursos, Frank continuó haciendo cuentos, esta vez en los velatorios de personas de su barrio y otros sectores de la capital.

Expresó que muchos de los dolientes no querían cuento en sus casas, pero los amigos insistían en oír los cuentos, por lo que en una ocasión recibió trompadas y galletas al por mayor al no retirarse del lugar donde se velaba a una señora,

En otra oportunidad tuvo que correr como caballo, porque detrás de él venía un doliente con un machete dispuesto, con el cuerpo de Frank, hacer otro velorio.

MUY CERCA DE LA MUERTE

La Cuerda, la risa y la bebida casi llevan a la muerte a Frank Cuento, cuando un hombre al que no le gustó el ataque le fue encima con un machete al grado de cortar su cuerpo y casi le decapita la mano izquierda, la que hasta el día de hoy no puede cerrar.

Pero ahí no termina su viacrucis, porque Frank estando recluido en una cárcel adquirió la tuberculosis (TB) enfermedad que lo puso a un pie del cementerio.

Manifestó que la fiebre y la tosedera eran incesantes, pero que gracias a Dios y a la ciencia, supo someterse a los requerimientos de los médicos y aprovechar los medicamentos al máximo y reponerse y salvar su vida.

Así ha discurrido la historia de Francisco Virgilio (Frank Cuento), por momento alegre y por el otro lleno de tristeza.