EL MARCELINO

Doctor Antonio Delgado, Director General del hospital Marcelino Vélez Santana

Por: Nélsido Herasme

Porque sé que en el fondo obedece a infundios y a una gran mentira, me dolió en el alma escuchar en estos días, por algunos medios, a familiares de un paciente que fue baleado y que horas mas tarde falleció mientras recibía atenciones en la unidad de cuidados intensivos del hospital regional Marcelino Vélez Santana del municipio Santo domingo Oeste, decir que su pariente murió por negligencia médica.

El padre de la victima, adolorido por la pérdida de su hijo, dijo que para  ingresar al herido pagó 15 mil pesos, cosas que tampoco es verdad.

Es cierto que en muchos hospitales hay trámites que son un tanto burocráticos, que a veces imposibilitan las buenas atenciones de quienes buscan salud, pero sin llegar al colmo de la indolencia de no querer atender a una persona que se está debatiendo entre la vida y la muerte, porque para ello están las emergencias, tal y como sucedió con la persona que fue llevada al Marcelino.

Hasta donde hemos observado el desenvolvimiento del hospital Marcelino Vélez, concluimos en que esa no es su mística de trabajo.

Ese no es el comportamiento del hospital de Herrera, por lo tanto nos resulta muy cuesta arriba creer que al joven herido no se le atendió con prontitud.

Hemos dicho que este es un hospital modelo, símbolo de calidad, eficiencia y entrega de un personal que llena de orgullo y regocijo el sistema sanitario de la nación.

Nos duele mucho la pérdida del jovencito que fue llevado al hospital, pero también nos duele que se ponga en entredicho y que se quiera echar por la borda el esfuerzo que hacen sus directores por llevar salud, no solo a Herrera, sino a pacientes de comunidades cercanas.

A partir de ahora, su director general, doctor Antonio Delgado, a lo igual que su personal médico y paramédico deben estar un tanto alerta y con ojo visor, porque algún sector pudiese estar atizando fogones en su contra.

 El Marcelino es un centro público, igualito que los demás del sistema de salud del país. La única diferencia con respecto a los otros, es el nivel de compromiso de su personal.

El Marcelino, como muchos le llaman, a diario es abarrotado por cientos de personas que en busca de mitigar su quebranto se trasladan de lugares apartados.

Pacientes  de azua, Bani, San Cristóbal y del gran Santo Domingo acuden con frecuencia al Marcelino en busca de mejorar la salud de su cuerpo.

Unos setecientos pacientes han sido atendidos en la Unidad de Cólera que coordina la doctora Angélica Henríquez, quien es acompañada de cuatro médicos y diez enfermeras graduadas cada uno con sus respectivos auxiliares.

Haciendo una alta valoración del trabajo desplegado por el personal médico del Marcelino, el doctor Delgado expresa que nadie debe morir de cólera, porque esta es una enfermedad curable y prevenible.