Nosotros,
como miembros de la Fundación Villa
María-Mejoramiento Social (Funvimameso), una entidad de la sociedad civil, participamos
en la “Jornada Nacional Contra la Chikungunya ” realizada el pasado 30 de mayo, y me
la encontré tan floja que decidí auto animarme, promoviendo que de lo que se trata
es del inicio de la guerra que las autoridades sanitarias del país le han
declarado a esta epidemia, que la población aun no está clara si se trata de la
picadura del mosquito hembra (aedes
aegypti), la cual ha afectado a millares de personas.
Una jornada de esta naturaleza requiere de una
movilización social, por lo tanto no debe contar exclusivamente con empleados
del sector salud, sino con todos los actores sociales de la población, por lo
que creo que faltó fortaleza a la convocatoria para la integración de la
comunidad y sus instituciones.
De
todas formas, ya hemos iniciado la batalla, por lo que ahora necesitamos es mantenernos sen pie de
lucha, tal y como se hizo hace un tiempo, para la erradicación de la
poliomielitis.
No
importa que sea un mosquito o un tóxico que hayan lanzado, el fin es que
tenemos que vencer, por lo tanto el pleito está casado.
Capacitación
empoderamiento e integración de las organizaciones para lograr un efectivo
tablazo a la enfermedad, combinado con recursos humano y materiales de apoyo y
educativos.
La
jornada de esos dos días implica capacitación, eliminación de los criaderos,
con el vote de los escombros que producen el mosquitos y la fumigación de los
lugares más vulnerables de esas barriadas.
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