ADIOS DEIVI AQUINO

Los amigos de Deivi Aquino prepararon este plotter que contiene varias fotos de diferentes momentos de su vida.

Por Nélsido Herasme

La delincuencia que se tongonea en los barrios del Distrito Nacional, con su secuela de maldad y violencia, en los primeros día del mes de septiembre visitó el barrio 27 de Febrero y en menos de 48 horas, en un abrir y cerrar de ojos, cargó con las vidas de tres ciudadano, cuyo trabajo era buscar en un motor el pan de cada día para el sustento de sus familias.

Entre esos humildes hombre de trabajo cayó muerto de un disparo en la caja de su cuerpo el jovial y siempre alegré Deivi Aquino, a quien una franja de su barrio despidió con mezcla de lágrimas y música.

En plena faena y a la luz del día, Deivi se trasportaba por la calle Albert Thomas del sector María Auxiliadora, en el entorno del hospital Luis Eduardo Aybar, en su motor, cuando fue interceptado por unos “amigos de lo ajeno”, que en su intentona de despojarlo de su medio de transporte, procedieron a dispararle en su pecho, arrancándole para siempre la vida.

Ahora Deivi es historia. Un amigo a quien muchos recordarán con la frase “NO VEO RISA” y cantando los merengues clásicos de los años 80s.

Electricista, pintor y hacedor de todo tipo de oficio, con tal de ganar unos pesos para mantener a su familia.

Deivi fue un hombre abnegado, con un gran espíritu de sacrificio, capaz de asumir cualquier riesgo con tal de alcanzar un objetivo.

Deivi siempre quería estar en algo productivo, sin esperar nada a cambio, por eso se le recordará como una persona que anduvo de la mano con la  comunidad.

Deivi se identificó y se vinculó a los esfuerzos de hombres y mujeres que luchan y se sacrifican por el bienestar de su barrio 27 de Febrero.

A Deivi se le asocia a la Junta de Vecinos, a los Grupos de Apoyo Comunitario, Huellas de Amor y a la Fundación Bendición de Dios.

Paz a tus restos, Deivi y que la tierra te sea más leve que la vida.