Hemos dicho que el Barrio 27 de Febrero, localizado en el corazón de la Circunscripción 3 de la capital, es un sector pobre de solemnidad por carecer de lo imprescindible para el arranque de su desarrollo.
No obstante a ello debemos sentirnos satisfechos y agradecidos, porque a falta de autoridades civiles, contamos con la presencia activa y decidida de Antonio Rodriguez, a quien le gusta que le llamen "Rambo", un oficial de policía con rango de primer teniente quien está siempre presente en cada una de las actividades y eventos que realizan las organizaciones comunitarias, deportivas, religiosas y sociales de sector.
Fuera de estos eventos, el oficial Rambo, con todas las limtaciones, en terminos de recursos y logistica de su institución, hace un trabajo encomiable de cara a mantener vigilado a ciertos jovenzuelos que desafinan y osan pasarse de la raya, y ferreamente en disposición de mantener la tranquilidad y el orden público entre los ciudadanos de la barriada.
Con sendos celulares en manos, Rambo siempre está presto a escuchar, parlar y acompañar a los dirigentes sociales y a los ciudadanos del barrio en cada una de sus quejas.
Para muchos es sorprendente la agilidad y la forma como se desplaza este oficial en su moto de servicio y en ocasiones solitariamente a pie por patios y laberínticos callejones, en persecución de malandros, a veces sin importar el riesgo que corre.
En cualquier hora del día o de la noche Rambo ha sido visto salir de un callejón en la madrugada.
A veces y con ligeras críticas, porque queremos ver más acción de la uniformada, pero la dirigencia social y comunitaria del sector da el visto bueno al comandante Rambo y a los hombres uniformados que le acompañan en cada uno de eventos mencionados, porque hay un sentido de agradecimiento al trabajo que ejecuta la policia en el seno de la barriada.
Fuera de estos eventos, el oficial Rambo, con todas las limtaciones, en terminos de recursos y logistica de su institución, hace un trabajo encomiable de cara a mantener vigilado a ciertos jovenzuelos que desafinan y osan pasarse de la raya, y ferreamente en disposición de mantener la tranquilidad y el orden público entre los ciudadanos de la barriada.
Con sendos celulares en manos, Rambo siempre está presto a escuchar, parlar y acompañar a los dirigentes sociales y a los ciudadanos del barrio en cada una de sus quejas.
Para muchos es sorprendente la agilidad y la forma como se desplaza este oficial en su moto de servicio y en ocasiones solitariamente a pie por patios y laberínticos callejones, en persecución de malandros, a veces sin importar el riesgo que corre.
En cualquier hora del día o de la noche Rambo ha sido visto salir de un callejón en la madrugada.
A veces y con ligeras críticas, porque queremos ver más acción de la uniformada, pero la dirigencia social y comunitaria del sector da el visto bueno al comandante Rambo y a los hombres uniformados que le acompañan en cada uno de eventos mencionados, porque hay un sentido de agradecimiento al trabajo que ejecuta la policia en el seno de la barriada.
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