
Mi amigo, mi compañero y mi compadre de sacramento, Emmanuel Tristán Esquea Guerrero, es un verdadero titán de nuestra política.
Ahora con más fuerza y vigor renovamos los votos que nos unen a su recia personalidad.
Ahora más que nunca reafirmamos nuestra relación de hermandad y compañerismo con Emmanuel Esquea, el grandioso ser humano y gladiador que hemos conocido en las lides política.
Esquea es un referente ético de nuestra sociedad y una reserva moral del Partido Revolucionario Dominicano.
Emmanuel Esquea tomó la sagrada y firme decisión de retirar sus aspiraciones a la candidatura a la presidencia del PRD para de esta manera facilitar los acuerdos traperos y de aposentos que se dieron entre sectores de su organización que en un momento le manifestaron apoyo y la franja política del ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
Con esta actitud, el Dr Emmanuel Esquea se levanta, se engrandece y se agiganta y su postura de apegos a los principios, a la disciplina y a la institucionalidad se mantiene como un pedestal de acero.
Ahora con más fuerza y vigor renovamos los votos que nos unen a su recia personalidad.
Ahora más que nunca reafirmamos nuestra relación de hermandad y compañerismo con Emmanuel Esquea, el grandioso ser humano y gladiador que hemos conocido en las lides política.
Esquea es un referente ético de nuestra sociedad y una reserva moral del Partido Revolucionario Dominicano.
Emmanuel Esquea tomó la sagrada y firme decisión de retirar sus aspiraciones a la candidatura a la presidencia del PRD para de esta manera facilitar los acuerdos traperos y de aposentos que se dieron entre sectores de su organización que en un momento le manifestaron apoyo y la franja política del ingeniero Miguel Vargas Maldonado.
Con esta actitud, el Dr Emmanuel Esquea se levanta, se engrandece y se agiganta y su postura de apegos a los principios, a la disciplina y a la institucionalidad se mantiene como un pedestal de acero.
A continuación la carta de Esquea Guerrero:
Santo Domingo, D. N.
18 de mayo del 2009
Dr. Tirso Mejia Ricart,
Presidente de la Comisión Nacional Organizadora
de la XXVII Convención Ordinaria
y demás miembros de dicha Comisión,
Partido Revolucionario Dominicano,
Ciudad.
Estimados (as) Compañeros (as):
Todos los que me impulsaron a aspirar a la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano lo hicieron principalmente, sobre la base de que el PRD necesitaba la dirección de alguien que por no pertenecer a ningún grupo ni tener un proyecto personal, pudiera definitivamente organizarlo, restaurar la disciplina desaparecida y servir de árbitro entre las diferentes tendencias que convergen en el mismo. Sostenían, además, que el imperativo del momento era que nuestro partido recorriera su propio camino y se convirtiera en la fuerza opositora capaz de hacernos regresar al poder.
Fue sobre ese predicamento que me decidí a buscar el apoyo, por consenso, del liderazgo partidario. Esto no parecía una tarea difícil, ya que Luis Abinader había sido uno de los que me habían motivado a aspirar y Miguel Vargas me había pedido apoyo en su campaña pasada. Aparentemente, el obstáculo parecía ser el compañero Hipólito Mejia, a quien yo no había apoyado en su intento reeleccionista. Sin embargo, éste me ofreció inmediatamente su solidaridad.
También me ofreció su apoyo una gran parte del liderazgo ortodoxo y tradicional, así como diversos líderes emergentes y juveniles. La dificultad surgió cuando el compañero Miguel Vargas decidió postularse para la presidencia del partido, a pesar de la incompatibilidad que establece el artículo 185 de los estatutos. Esto dividió inmediatamente a nuestra organización entre los que pasaron a justificar esas aspiraciones – muchos de los cuales me habían apoyado inicialmente – y los que estábamos opuestos a ella, entre los cuales se mantuvieron los compañeros Hipólito Mejia y Luis Abinader, quienes me ratificaron su apoyo.
No obstante que ese apoyo no llegó a tener la eficiencia esperada, el mismo se mantuvo hasta el momento en que dichos compañeros se presentaron ante esa Comisión Organizadora, haciendo causa común con los representantes del Compañero Miguel Vargas y presentaron propuestas que, además de violar los estatutos, solo benefician las aspiraciones de este último. Todo esto ocurrió en el mismo momento en que el compañero Miguel Vargas entregaba la institucionalidad del partido a nuestros enemigos.
Es evidente, distinguidos compañeros y compañeras de la Comisión Nacional Organizadora, que si los tres grandes líderes del partido han logrado ponerse de acuerdo en este momento sobre esos acontecimientos, estamos seguros de que ellos sabrán hacer lo mismo en el futuro para preservar los mejores intereses del Partido Revolucionario dominicano.
Ante esta unidad que satisface nuestras más profundas aspiraciones, les pido tomar nota de nuestra decisión de retirar nuestra candidatura a la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano.
Con sentimientos de consideración y estima, reciban distinguidos compañeros y compañeras, nuestros saludos deferentes
Atentamente,
Dr. Emmajuel Esquea Guerrero
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