El PRD que necesitamos

EMMANUEL ESQUEA

Por: Nélsido Herasme

Aunque parezca una quimera o una utopia, los perredeístas tienen la misión de luchar por construir un partido crítico y autogestionario, capaz de dar el brinco del gigante.

Con sonido lento, como el cascajo en el mar, pero con firmeza, el PRD se está moviendo entre sus parciales en la búsqueda de su posicionamiento como organización política mayoritaria del sistema de partidos de la República.

Internamente y en silencio supimos de sondeos y mediciones que favorecen a Emmanuel Esquea para la presidencia del PRD.

Aunque nos parezca extraño, los perredeístas tienen que apostar a un partido que produzca dinero, para que tenga locales propios, y en ellos funcionen centros educativos, de recreación sana, bibliotecas y cooperativas que le sirvan a la comunidad.

Si dos millones de personas votaron por el PRD en las pasadas elecciones, eso quiere decir que cuenta con un millón de miembros seguros, quienes en un mes pueden aportar un peso, que vendría a ser un millón, con lo que se harían muchas obras en varias zonas del partido.

Nosotros tuvimos accesos a un programa que en este sentido tiene el doctor Esquea Guerrero para aplicarlo cuando asuma la presidencia del PRD.

Los miembros de una organización partidaria, como todo político necesita formación en todas las ramas del conocimiento, y eso se logra con centros académicos de altos estudios.

Qué tal vendría la Universidad Perredeísta (UP) y un Instituto de Empoderamiento que imparta diplomados, cursos, talleres y seminarios de capacitación para multiplicadores, tal y como lo hacen entidades de la sociedad civil, que lo logran con éxito y quizás con pocos recursos.

Por qué se le dificulta al PRD poseer una emisora de radio o un canal de televisión.

Por qué  tiene que desaparecer “Tribuna Democrática”, su medio de comunicación por excelencia. Cuál es la dificultad para editar un medio impreso, invadir las redes sociales con un diario digital y organizar a los comunicadores e informáticos afines al PRD. Para lograr esos propósitos, el partido necesita fortaleza institucional, y para montar convenciones futuras limpias debe crear un padrón de miembros, y colocar sobre los hombros de los frentes de masas, direcciones  nacionales, provinciales, municipales y zonales las tareas del partido. Apostemos a Esquea.