Jose (El Puchy) en plena faena y a su lado una de sus clientes
José Batista el incansable arreglador de abanic0s, además de ser un hijo adoptivo de nuestro barrio 27 de Febrero, representa un orgullo para todos.
José es un verdadero y digno ejemplo de trabajo y perseverancia.
Puchuchún como le llaman sus familiares, es nativo de la provincia de Montecristi, quien hace más de treinta años vino a la capital con una parte importante de su familia.
El Puchi, como le llaman también las mujeres, es el técnico electrónico de mayor clientela de la barriada, es un trabajador inagotable, un ser extraordinario, que a pesar de sus ligeras limitaciones motoras, es uno de los obreros independientes que se levanta pie juntilla con el sol dispuesto a ganarse la vida honradamente arreglando ababanicos, bombas de agua y todo efecto eléctrico que llegue a su pequeño taller , ubicado en la calle Doña chucha N0. 224 del sector 27 de Febrero.
Puchuchún como le llaman sus familiares, es nativo de la provincia de Montecristi, quien hace más de treinta años vino a la capital con una parte importante de su familia.
El Puchi, como le llaman también las mujeres, es el técnico electrónico de mayor clientela de la barriada, es un trabajador inagotable, un ser extraordinario, que a pesar de sus ligeras limitaciones motoras, es uno de los obreros independientes que se levanta pie juntilla con el sol dispuesto a ganarse la vida honradamente arreglando ababanicos, bombas de agua y todo efecto eléctrico que llegue a su pequeño taller , ubicado en la calle Doña chucha N0. 224 del sector 27 de Febrero.
Desde que Dios amanece todo el mundo corre para el atestado taller de José.
Algunos van hablar de política, otros a murmurar a sus vecinos, algunos a pedir y hay quienes van a tirarse los trapos al sol.
Los habladores de política, de pelota, los lleva vida ajena, locos y pedigüeños vienen a parar al taller de José, y él como si nada, a todos los recibe, pero a ninguno les hace el juego.
José está considerado como el Padre Nuncio, el que da Limosna, comida y a cualquiera resuelve un problema.
Los habladores de política, de pelota, los lleva vida ajena, locos y pedigüeños vienen a parar al taller de José, y él como si nada, a todos los recibe, pero a ninguno les hace el juego.
José está considerado como el Padre Nuncio, el que da Limosna, comida y a cualquiera resuelve un problema.
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