jueves, 30 de abril de 2009

LA PROVINCIA BAHORUCO SE DESGASTA EN EL TIEMPO

Luis José (Putico) González, es el único legislador con que cuenta la "oposición", en la Provincia Bahoruco, el cual con mucha habilidad y manejo profesional de la política salió beneficiado por aquella histórica alianza entre blancos y coloraos en el año 2006, siendo electo diputado y vaya usted a ver a quien es que verdaderamente este congresista representa en su curul de la Cámara de Diputados.

La crema de la demagogia de la provincia Bahoruco, Manuel Paula y Rafael (Putín) Mendez, quienes juntos al danilista Pedro Caro, solo aparecen vestido de chapulín, para con cuentos y cantinfladas apaciguar los ánimos cuando el pueblo protesta por alguna demanda. Aquí están junto al incumbente de Obras públicas, jefe económico de la campaña del presidente de la República y responsable directo de los trabajo de la carretera San Cristobal-Peravia, donde ocurrió el fatídico accidente en que perecieron varias personas, en su mayoría residentes en el municipio de Galván.
Esta es una de las comunidades bateyanas de Bahoruco. Pero nos preguntamos: sí los municipios que son el rostro y retratos vivos de la provincia están cayéndose a pedazos y abandonados a su suerte por las autoridades oficiales, entonces hay que imaginarse como vivirán las personas de los bateyes que, aunque pertenecen al central Barahona, están enclavados en la provincia.
El ingeniero Francisco Jiménez Reyes fue senador por Bahoruco en dos períodos consecutivos: (94-98 y 98-2002) y en cuya gestión como legislador la provincia se enseñoreó con la realización de varias leyes y obras de significación, entre las que se pueden mencionar, la creación del Instituto Nacional de la Uva (INUVA), entre otras, aunque debemos destacar que la que trasciende y rompe los linderos es la que crea la "Presa de Monte Grande" , con la cual los hombres y las mujeres que viven de la agricultura van a salir hacia delante, pero la ejecución de esta, por parte del gobierno peledeísta, duerme el sueño de la justos.


LAS CONDICIONES MATERIALES DE EXISTENCIA DE SUS PRINCIPALES MUNICIPIOS ESTAN COMPLETAMENTE DESTRUIDAS


Por Nélsido Herasme


Las autoridades públicas, privadas y todo el que le duele el hambre, el desempleo, la miseria, el sufrimiento y el atraso de los residentes de la provincia Bahoruco deben fijar posición, aunar esfuerzo, estrechar sus manos y elevar la voz por todo lo alto declarándola en estado de emergencia.

La gente de los municipios, los parajes y las secciones de esta empobrecida comunidad no aguantan más. Sus representantes congresuales, además de estar discapacitado para someter proyectos que redunden en beneficio de la mayoría, no frecuentan la provincia, mientras los síndicos y encargados de distritos se encuentran totalmente desconectados de sus munícipes al no contar con recursos suficientes para responder a sus necesidades más perentorias.

Desde el municipio de los Ríos hasta el último paraje de Tamayo es una sola carencia y un solo grito que debe ser escuchado por el gobierno y sus funcionarios locales, los cuales están obligados a ir en su auxilio, no solamente en tiempo de zafra electoral.

No basta con lamentarnos por el fatídico accidente vehicular ocurrido en la carretera San Cristóbal-Baní donde perecieron varias personas, la mayoría nativas del poblado de Galván, de la provincia Bahoruco. No es hora de llorar, sino de buscar las alternativas de lugar para mejorar las condiciones de las calles, de manera que hechos de esta naturaleza no sigan ocurriendo en esos estrechos e inservibles tramos carreteros.

Es triste decirlo, pero todas las provincias del suroeste son comunicadas por una sola vía que comienza en el cruce de Vicente Noble-Barahona, pasando por Bahoruco hasta el municipio de Jimaní.

El San Bartolomé, principal centro asistencial de la provincia, con todas sus precariedades tiene que responder a toda la región del sur largo, porque las policlínicas y subcentros sanitarios solo cuentan con la

voluntad y el buen deseo del personal médico y paramédico para atender a los pacientes que acuden en busca de mitigar su estado de salud.

Las escuelas de los principales municipios de Bahoruco presentan un progresivo estado de deterioro, con personal docente mal pagado, con alumnos escuálidos, agrestes y desteñidos por el hambre, con pocas butacas, sin material gastable, paredes agrietadas y sin pintar, con un entorno polvoriento.

En estos momentos Bahoruco reclama la atención del gobierno, porque necesita ya la construcción de la presa de Monte Grande la cual fue aprobada hace unos diez años, en la gestión senatorial del ingeniero Francisco Jiménez Reyes, la cual irrigará y levantará del marasmo en que se encuentran los predios agrícolas de las provincias Bahoruco e Independencia.

La población del municipio de Villa Jaragua no soporta las largas y tediosas tandas de apagones, el deterioro de sus calles y la escasez de agua potable.

Los campesinos y las familias del pujante municipio de Tamayo cada día observan el deterioro de sus condiciones materiales de vida, por la falta inversión pública y privada, situación que obliga a los jóvenes abandonar la escuela, sus comunidades y refugiarse en el alcohol, las drogas y en la delincuencia.

Por ser Bahoruco una provincia desprovista de los recursos sanitarios suficientes y al compartir sus tierras con el vecindario haitiano, aprovechamos la oportunidad para hacer un llamado de alerta a las autoridades de Salud Pública, para de esta manera atenuar los posibles efectos y avance de la pandemia de la gripe porcina, la cual ha cobrado varias victimas en la ciudad de México.

No hay comentarios: