lunes, 8 de abril de 2013

DOBLE HA SIDO EL DOLOR




Todas las muertes son lamentables; las mas dolorosas, las violentas.
Digo esto, porque ha causado consternación, dolor y pesar en el seno de la familia de nuestra sociedad la muerte de dos jóvenes militares, miembros  de la Fuerza Aérea Dominicana, 1er. teniente Rafael Eduardo Astacio, de 27 años y el 2do. teniente Carlos Manuel Guerrero, de 25 años, quienes perecieron el pasado domingo, 7 de abril, mientras participaban en un “Show Aéreo” patrocinado por una firma cervecera local.
No me hubiese dolido tanto, si los incipientes oficiales de la FAD hubiesen perdido la vida defendiendo la Patria o en una labor titánica de rescate, y no como al efecto ocurrió.
Por eso no me acerqué y ni sentí motivos para apreciar ese espectáculo, porque hasta donde tenemos entendido, la guardia no está formada para este tipo de aventura.
Ojalá nuestro Ministerio de la Fuerzas Armadas y, en especial nuestra aviación militar, no incurran, en otra oportunidad, de exponer a nuestros pilotos y paracaidistas a actividades de esta naturaleza, por la peligrosidad que revisten. Ese avión  cayó en aguas del Mar Caribe. 
¡Imaginémonos que la tragedia hubiese sido en tierra! 

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